Quien nos siga en redes sociales, seguro que ya sabe que hace muy pocos días estábamos recorriendo las islas de Tenerife y La Gomera para conocer de cerca la artesanía y tradición de Canarias.
Lo bueno de moverse en furgo es que me he ido con la sensación de haberla conocido de verdad, porque la hemos andado y recorrido como nunca, en profundidad. Pueblo a pueblo, artesano a artesano.
En Tenerife estuvimos casi solos en las rutas, lo cual me parece un auténtico lujo en estos días de turismo masivo. Os dejamos nuestros esenciales de la isla, por si tenéis pensado visitarla:
Anaga: la región geológicamente más antigua de la isla. Un espectáculo, aunque nos hizo súper mal tiempo, lo que en esta zona parece que es normal.
Icod de los vinos: drago milenario y mariposarium.
Los paseos por el Parque Nacional de El Teide: hicimos 2 rutas diferentes. La primera fue la básica de Roque de García al llegar. La segunda fue más potente, subiendo hasta el pico Viejo y con bastantes problemas por la altura y porque el camino se convirtió en arena y aquello se complicó hasta el punto de ponerse un pelín peligroso.
La Laguna: dormimos con la furgo en un parking muy agradable cerca del centro. Y nos despertaron los pajaritos. Eso sí, nos sorprendió el frío. Pero la ciudad nos encantó, llena de terrazas.
Descubrir el pueblo de Masca.
Punta de Teno, en Buenavista del Norte: cogimos el autobús porque no se puede ir en coche y vimos allí la puesta de sol. Si cogéis el autobús no os pongáis en el lado derecho, a no ser que os gusten las emociones fuertes.
En Buenavista nos pegamos una sauna de 10 en la piscina municipal y, por supuesto, aprovechamos para pegarnos duchazo de agua caliente, que en la furgo nos ha escaseado.
La Orotava: comimos de cine y a súper buen precio.
El Médano: pasamos bastantes noches en un descampado junto a la montaña roja donde, si no estás acostumbrado al viento, mejor no vengas. Nosotros flipamos. Además, siempre hace buen tiempo, por lo que cuando el norte se nos complicaba, bajabamos a la playa del Médano a pasar el dia navegando.
Costa Adeje: la caldera del Rey. Tipo el caminito del Rey de Málaga, que está muy bien que se pague una entrada para controlar la naturaleza, pero yo personalmente prefiero senderos más tranquilos que hay miles en Tenerife.
De La Gomera, os dejo aquí mis favoritos.
Paseo rodeados de laurisilva en el parque nacional de Garajonay: lo recorrimos en bicicleta, que alquilamos en Valle Gran Rey, y después hicimos 3 rutas más con paisajes bastantes distintos unos de otros.
Explorar las calles coloridas de San Sebastián de La Gomera; la fauna tropical del espectacular valle de Vallehermoso; una mariscada en la playa de Santiago; las terrazas de Valle Gran Rey, que parece que estás en Bali; un paseito en barco para conocer Los Organos, una formación rocosa chulísima;
la playa de la Caleta, a la que nos dio miedo subir con la furgo porque es bastante estrecho, pero se consigue; una sorpresa de playa de piedras negras,
Hermigua.
Plantaciones de platanos, una de las zonas más húmedas de la isla. Y de las más hermosas.
La escala de Colón en La Gomera: viniendo de Huelva, este es un lugar colombino de peregrinaje para mí. Aquí paró Colón para avituallarse, tras partir de Palos camino de las Américas. Colón salió de esta isla el 6 de septiembre, día en el que ahora celebran las fiestas Colombinas de San Sebastián.
Sobre la comida: flipando con el almogrote de La Gomera. En Hermigua: el Telémaco y Las Chacaras; en Agulo, la Vieja Escuela; en Las Rosas, Cruz de Tierno; en Valle Gran Rey, El paraíso del mar, el restaurante el Trasmallo o el Puerto; en Alajerò, el Mesón de Clemente; en Playa Santiago, La Cuentista, La Tasca Eyesque y La chalana; en San Sebastián de la Gomera, el restaurante Ambigú y La Tasca (esta es la del corredor Crístofer Clemente).
Y aprovechando el viaje me vuelvo cargada de quesos riquísimos. Y de tejidos de rayas canarios, que me encantaron.
Ya los tenemos todos subidos a la tienda. Si quieres ver la colección completa pincha en este enlace.