Estas cucharillas se fabrican pieza a pieza y de manera artesanal con acero inoxidable y madera de boj. No solo son bonitas, si no que son piezas únicas elaboradas por la tradición cuchillera de nuestro país, una de esas industrias tradicionales que, poco a poco, va desapareciendo. ¡Y no lo podemos permitir!
Porque además estos cubiertos tienen fama internacional: las piezas con mango de boj Pallarès son apreciadas alrededor del mundo por ese carácter propio que les otorga el buen hacer artesano. Se pueden encontrar en tiendas especializadas por toda Europa, en Estados Unidos o en Nueva Zelanda.
De la tradición cuchillera solsonense hay indicios ya del siglo XVI. Y en el XVIII, agrupados en la cofradía de San Eloy, patrón de los cuchilleros, llegó a haber 24 talleres.
Estas cucharillas se fabrican pieza a pieza y de manera artesanal con acero inoxidable y madera de boj. No solo son bonitas, si no que son piezas únicas elaboradas por la tradición cuchillera de nuestro país, una de esas industrias tradicionales que, poco a poco, va desapareciendo. ¡Y no lo podemos permitir!
Porque además estos cubiertos tienen fama internacional: las piezas con mango de boj Pallarès son apreciadas alrededor del mundo por ese carácter propio que les otorga el buen hacer artesano. Se pueden encontrar en tiendas especializadas por toda Europa, en Estados Unidos o en Nueva Zelanda.
De la tradición cuchillera solsonense hay indicios ya del siglo XVI. Y en el XVIII, agrupados en la cofradía de San Eloy, patrón de los cuchilleros, llegó a haber 24 talleres.