Hay algo en los delantales bonitos que nos pone el corazón contento. Da igual la tarea que nos toque realizar: cocinar un bizcocho, trasplantar una maceta, pintar una acuarela, coger un dobladillo o colocar flores en un jarrón de barro blanco. Todo toma otro matiz si antes te pones un delantal de lino lavado.
Nuestros delantales artesanos tienen corte japonés y no se atan, sino que tienen diseño envolvente y cruce en la espalda, por lo que son muy sencillos de poner y quitar y se adaptan a cualquier talla. Y si necesitas guardar una herramienta o tener a mano el teléfono, tienen un pequeño y discreto bolsillo lateral. ¡No se puede pedir más!
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Hay algo en los delantales bonitos que nos pone el corazón contento. Da igual la tarea que nos toque realizar: cocinar un bizcocho, trasplantar una maceta, pintar una acuarela, coger un dobladillo o colocar flores en un jarrón de barro blanco. Todo toma otro matiz si antes te pones un delantal de lino lavado.
Nuestros delantales artesanos tienen corte japonés y no se atan, sino que tienen diseño envolvente y cruce en la espalda, por lo que son muy sencillos de poner y quitar y se adaptan a cualquier talla. Y si necesitas guardar una herramienta o tener a mano el teléfono, tienen un pequeño y discreto bolsillo lateral. ¡No se puede pedir más!