Llueva, nieve, haga frío o calor, todas las generaciones de tu familia tenían por obligación juntarse los domingos a disfrutar de un buen arroz. Pasarán mil años, pero a ti que no te cambien el arroz Bomba por nada en el mundo.
¡Te sentarás a la mesa "como un clavo" cuando notes que huele a arroz Bomba!
Llueva, nieve, haga frío o calor, todas las generaciones de tu familia tenían por obligación juntarse los domingos a disfrutar de un buen arroz. Pasarán mil años, pero a ti que no te cambien el arroz Bomba por nada en el mundo.
¡Te sentarás a la mesa "como un clavo" cuando notes que huele a arroz Bomba!