Elaboradas desde 1860, artesanalmente con la receta de siempre de huevo y azúcar. Están para chuparse los dedos.
No hay dos yemas iguales ya que les dan forma a mano, una a una, con cariño y esmero.
+
Elaboradas desde 1860, artesanalmente con la receta de siempre de huevo y azúcar. Están para chuparse los dedos.
No hay dos yemas iguales ya que les dan forma a mano, una a una, con cariño y esmero.
+